En el año 1909, Karl Siebrecht, un chico de dieciséis años, abandona su pueblo natal tras el funeral de su padre y viaja a Berlín. Solo lleva unos escasos ahorros, el traje de su padre y un gran sueño. Quiere ser fuerte y rico, conquistar la ciudad y llegar muy lejos. Ya durante los primeros días en la capital, Karl comprende que en su camino habrá muchos más obstáculos de los que él había imaginado, entre ellos su propia honestidad e inocencia. Por suerte, cuenta con la ayuda de Rieke Busch, una joven con gran personalidad, que no solo se ocupa de su padre alcohólico y de su hermana pequeña, sino que también se encariña con Karl. Muy pronto el protagonista encuentra sus primeros trabajos: dibujante técnico, repartidor de telas, manzanas y carbón, y peón de mozo de carga en las estaciones de tren